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2020-07-12 00:58:13
La Licenciada y especialista en estudios sobre comunicación y medios, María Soledad Segura, respondió a la pregunta: ¿Está en peligro la libertad de expresión en la Argentina hoy?
“A lo largo de la historia democrática, en Argentina hemos tenidos en general un debate público muy vigoroso. Se diferencia del resto de los países de la región por la participación en el espacio público. Somos un país muy participativo y activo, que discute sobre qué tipo de sociedad queremos vivir”. - dijo.
Además, propuso reflexionar sobre la pregunta: ¿de quién estamos hablando cuando hablamos de libertad de expresión? En la solicitada, firmada por periodistas y dueños de los grandes medios argentinos, remarcó que el derecho está adjudicado principalmente a los trabajadores y a los dueños de las empresas privadas de comunicación. Por consiguiente “esta visión es restringida, el derecho de comunicar es un derecho que tenemos todos los ciudadanos y ciudadanos argentinos.”
Reconoció que los medios públicos y comunitarios son actores fundamentales, aunque no son los únicos depositarios de este derecho, y que tal como lo señala la declaración de CISPREN: la libertad de expresión está amenazada cuando el pueblo no tiene acceso a una información plural.
Luego destacó: “Las principales amenazas, es cierto que está en los poderes políticos, pero también en el poder económico, cuando hay una altísima centralización de la propiedad de los medios y de la producción audiovisual”.
La investigadora y docente de la UNC, remarcó que tampoco se tienen en cuenta los aspectos relacionados a la precarización de las condiciones laborales de los trabajadores de prensa.
Manifestó, además: “El derecho a la libertad de expresión es un derecho privilegiado, en el sentido que, ni si quiera los agravios implican delitos, y no siempre se consideran ataque. Para que haya ese debate público, el sistema internacional de derechos humanos, recomienda que la libertad de expresión sea lo más amplia posibles para que se diriman en el marco de un debate con la menor restricción posible.”
“No toda declaración percibida como un agravio debe ser considerada un ataque. Los ataques físicos, las amenazas que devengan en la autocensura, son los límites, pero no la discusión por más fuerte que sean”. - reflexionó.
Imagen de portada: Gentileza.
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