Por Jeremy Mendez
2021-06-14 16:39:36
La Organización Meteorológica Mundial (OMM), predijo en un informe que entre 2021 y 2025 tendremos el año más caluroso de la historia, superando al año 2016. Lo que se recuerda de ese año, es que fue el año más cálido de la historia.
En un informe de esta institución de la ONU, dicen que hay un 40% de probabilidades de que en periodo 2021-2025, la temperatura suba, temporalmente, a 1,5° sobre los niveles preindustriales (año 1880 aprox.).
Este número es preocupante por muchas cosas, pero más allá de las meramente ambientales, pone alerta en los países que componen el Acuerdo de París. Este tratado internacional que empezó en 2015 y entró en vigencia en 2016, busca mantener estándares sobre el cambio climático. Uno de ellos, es mantener durante todo el Siglo XXI, la temperatura por debajo de los 2° sobre los niveles preindustriales, tratando de tener un límite en 1,5°. Es decir, 1,5° es una alarma, una llamada a hacer algo porque se está llegando al límite del acuerdo. Y todavía no pasó un cuarto de siglo.
En cuanto a los efectos ambientales de una suba de la temperatura así, desde la OMM explicaron que “significa más deshielo, subida del nivel del mar y más olas de calor y fenómenos meteorológicos extremos, al igual que mayores repercusiones en la seguridad alimentaria, la salud, el medioambiente y el desarrollo sostenible”.
El documento también alerta con algunas predicciones para el periodo 2021-2025. Por ejemplo, que las regiones de latitudes altas y el Sahel (norte de África, alrededor del Sahara aprox.) recibirían más precipitaciones y habría más ciclones tropicales en el Atlántico que en el pasado reciente.
Otras predicciones apuntan a que el Ártico se caliente más del doble que la media mundial en 2021 respecto al pasado reciente.
Del mismo modo, el suroeste de América del Norte experimentaría condiciones más secas durante el año en curso.
La OMM destacó la necesidad de trabajar en favor de la adaptación climática y recomendó a los países que continúen creando servicios indispensables para esa adaptación en sectores como la salud, el agua, la agricultura y las energías renovables.
Asimismo, instó a las naciones a promover sistemas de alerta temprana que reduzcan las consecuencias negativas de los fenómenos extremos. Actualmente, sólo la mitad de los 193 Estados miembros de la OMM cuenta con ellos y hay una carencia grave de datos meteorológicos, sobre todo en África y en los Estado insulares, lo que mina la exactitud de las alertas.
Escuchá el informe completo de PostMundo:
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