Por Redacción
2021-01-08 13:34:22
Hombre Vitruvio, obra de Leonardo Da Vinci.
Por Susana Parés - Docente Universitaria
La Humanidad vive, desde hace un año, en función de un virus que la ha azotado de modo imprevisto e impiadoso. Hasta que las vacunas inmunicen, pasará tiempo y mientras tanto hay que sobrevivir. Las reglas sanitarias enseñan: a) lavado de manos, acompañado del uso de alcohol en gel; b) uso de barbijo cubriendo boca, nariz y mentón y c) distanciamiento social. El primero no es verificable; el segundo, evidencia un contumaz y sostenido uso inadecuado. En relación a los dos metros entre las personas parece que no resulta entendible. Es sencillo y hay que explicarlo bien. Hay que pensar en un compás. El cuerpo como la pieza rígida y la móvil como la que describe un aro de dos metros de radio o sea cuatro metros de diámetro. Un círculo en derredor del cuerpo.
El distanciamiento, es mucho más que el frente, comprende todo ángulo del cuerpo humano, atrás, a los lados, en diagonal. Ello implica pensar en una frontera ideal que protege a una persona .
Y hubiera sido positivo que alguien explicara cómo se estiman los dos metros en derredor de una persona en movimiento. Ello es así, porque se mueve la cabeza, se gira, se dan pasos, se extienden los brazos.
Hay que calcular la superficie de un círculo en cuyo centro está el hombre e imaginar paredes de cristal que construyen un cilindro protector.
El saludo de puños es inaceptable y el tocarse los codos es otro mal ejemplo. El único modo en el que este último fuera posible, sería con personas que tuvieran brazos de cuatro metros. Doblados serían allí los dos metros que exige el distanciamiento. Imposible.
Hay que usar la fórmula de la superficie del círculo. El resultado es aproximadamente igual a 12,56 m2.
Cuatro personas en una reunión requieren cincuenta metros cuadrados. Y cada uno en un círculo de 12,56 metros cuadrados. O un rectángulo de 3 x 4metros.
Una reunión de 6 personas requiere casi 74 metros cuadrados.
Las autoridades tienen que explicarlo. Comunicar esto claramente, dirigido a todas las personas, sin discriminar a ninguno, por su edad, situación de discapacidad, cultura., sexo.
Esto no es un acertijo indescifrable Hace 500 años Leonardo Da Vinci, nos enseñó sobre las dimensiones del ser humano en el insuperable estudio denominado el “Hombre de Vitruvio”. Allí se ve al Hombre con una precisa gráfica del movimiento.
Señores Funcionarios hay que hacerlo bien.
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