Por Jeremy Mendez
2022-02-25 11:47:48
Mapeo sobre las zonas de trabajo de El Gran Ombú y la zona del camino San Fernando | Imagen gentileza de Coordinadora Ambiental Sierras Chicas
La empresa minera El Gran Ombú busca ampliar su espacio de explotación sobre zona de reserva de bosque nativo. Para esto, la minera busca cerrar un camino público que es considerado patrimonio cultural por la antigüedad de su bosque y por la presencia de rastros de pueblos originarios.
El Gran Ombú está instalada en la ciudad de Villa Allende y dentro del espacio de su propiedad privada, se encuentran 1100 hectáreas de la Reserva Hídrica Villa Allende. Cuando empezaron a trabajar la cantera, se comprometieron a no explotar esa zona de reserva. Sin embargo, desde hace unos años se encuentran solicitando ampliar la zona de explotación hasta dentro de la zona protegida, incluyendo el camino San Fernando.
Hace unos años, la minera dió el primer paso de querer cerrar este camino. Desde entonces, se ven carteles que indican que el camino no es público, que es propiedad privada y que está prohibido el paso.
Agostina García forma parte de la Coordinadora Ambiental de Sierras Chicas, es ejecutiva en el Consejo de Ambiente de Villa Allende y miembro de la Asociación Civil Ambiente Sano. Ella explicó a GenFM que el avance de la minera sobre el Camino San Fernando implicaría: “destruir absolutamente todo el bosque nativo que vive en él, el patrimonio cultural y arquitectónico que tiene la reserva, actualmente reconocido por ordenanza municipal y por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Córdoba, y el camino San Fernando que también es declarado patrimonio cultural de la municipalidad de Villa Allende”.
Además, contó sobre las acciones legales llevadas adelante por las vecinas y vecinos de la ciudad: “En el año 2019 se inició una acción legal contra Vialidad y contra la minera El Gran Ombú. La minera sacó los carteles directamente, que decían que no era un camino público, los sacó del camino de ingreso, pero después del séptimo bado aproximadamente, hay una tranquera que según los propietarios de los campos dicen que es por 'razones de seguridad'”. Y agregó: “Ellos quieren cerrar a la altura del inicio, que estaría al borde del basural de Villa Allende, que limita con la reserva”.
Similar a lo que sucede en Casa Bamba, donde la empresa Mogote Cortado puso un portón en el ingreso del pueblo, Agostina García asegura que en Villa Allende buscaban cerrar de la misma manera el camino San Fernando. Sin embargo, la presión social de vecinas y vecinos les hizo dar marcha atrás.
La cantera de El Gran Ombú se dedica a extraer triturados graníticos que se usan para la construcción de viviendas y de rutas. El pozo de la cantera tiene alrededor de 300 metros de profundidad, por lo que lleva a una discusión que García explica de la siguiente manera: “Ya no es una cantera, lo que nosotros empezamos a decir es que es una megaminera a cielo abierto por el tamaño del cráter. El cráter ya es muy grande y pretenden triplicar el tamaño. Entonces ya no es una cantera que extrae la roca y después se retira y explota en otra roca, sino que acá ya dinamitan el cerro, el arenal ahora es un cráter de casi 300 metros de profundidad”.
Teniendo en cuenta los tiempos actuales y la presente discusión entre ambientalismo y desarrollo, García detalló que la empresa cuenta con unos 60 puestos de trabajo directo, más el trabajo de los camiones que transportan la carga. Por otro lado, aseguró: “Los puestos de trabajo no es algo que se esté defendiendo, lo que sí se defiende es el decir '¿pero con qué vamos construir nuestras casas?' o '¿con qué vamos a construir nuestras rutas?'. Pero los puestos de trabajo no son tantos los directos de acá de Villa Allende, de hecho no son mucho. A la economía de la ciudad no le aporta demasiado.”
Por otro lado, se mostró preocupada al pensar lo que puede venir después si es que se le concede el cierre del camino San Fernando a la minera El Gran Ombú: “Esta es una de las reservas más grandes que hay en Sierras Chicas, tiene aproximadamente 8 mil hectáreas, de las cuales 1100 hectáreas es dueña la minera. Entonces ahora avanzan por 110, pero nada nos garantiza que en 10 años vengan a decirnos 'vamos a avanzar sobre las que nos quedan'”.
Finalmente, García cerró explicando que: “Es una pérdida absolutamente completa, no se recupera el monte después de un cráter de 300 metros de profundidad como es ahora. Dejar en claro eso, si avanzan se pierde lo poco que nos queda. En Córdoba tenemos menos de 3% de bosque nativo, me parece que no podemos darnos el lujo de perder más”.
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