Política
Llaryora defendió la obra pública
El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora expuso en la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) donde señaló que "es imposible desarrollarse sin infraestructura". Al mismo tiempo, desde el sector advierten sobre la gravedad de la falta de continuidad.
Durante el encuentro anual que organiza la Cámara Argentina de la Construcción, Llaryora afirmó que la necesidad de un plan de infraestructura para: "encender los nuevos motores de la economía como el gas, el petróleo y la minería mejorando nuestros caminos, sumando líneas férreas y el transporte fluvial".
Y añadió que este plan debe estar dentro de un programa económico sostenible en el tiempo. Y sostuvo, en relación a la provincia: "Nosotros no paramos porque continuamos con el plan de obra pública que para la provincia se convierte en un factor esencial del desarrollo y del crecimiento".
En el encuentro también expuso el secretario de Obras Públicas, Luis Giovine quien sostuvo que sólo el 15% de las obras en todo el país tendrán continuidad, con fondos nacionales.
Hay que destacar que sacando el ajuste en jubilaciones y pensiones, la construcción es el segundo sector con mayor ajuste del gobierno libertario.
De la convención también participaron el gobernador de la provincia de Santa Fe, Maximiliano Pullano; de Entre Ríos, Rogelio Frigerio y de Mendoza, Alfredo Cornejo y el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Al abrir el encuentro el presidente de CAMARCO, Gustavo Weiss dejando un panorama del sector: "El sector atraviesa una gravísima situación económica, producto de la paralización total, salvo alguna excepción, de la obra pública nacional que ha afectado severamente el empleo y ha puesto en peligro la continuidad misma de las empresas".
Y agregó: "una caída de 100.000 puestos de trabajo directos. Cada puesto directo genera uno indirecto, por lo que hay en riesgo un número importante de puestos de trabajos". En el mismo sentido afirmó: "existen alrededor de 3500 obras públicas nacionales paralizadas, muchas no han recibido ningún pago desde noviembre pasado y no tienen perspectiva de solución a los aspectos contractuales pendientes ni acerca de un eventual reinicio".
Ante esta situación grave, Weiss señala que se debe garantizar la continuidad de un mínimo de obras públicas, no sólo por su funcionalidad estratégica, sino también para evitar el deterioro y el despilfarro de la inversión.